Se viene el clásico Premio José Pedro Ramírez pero como yo no puedo esperar (aunque nunca fui a uno), me adelanté y me fui a desayunar al Maroñas Entertainment de 18 de Julio y Yaguarón.
También tengo que confesar que nunca había entrado al majestuoso edificio del exdiario El Día. Las expectativas eran altísimas.
Pues se me bajaron bastante rápido al entrar y ver que el majestuoso edificio ha sido inundado por luces de colores en todos los formatos habidos y por haber. Solo faltaba que a uno lo recibieran con unos leis hawaianos de guirnaldas en lugar de flores. De todas formas, usando la poderosa imaginación que me caracteriza, pude vislumbrar cómo era el edificio en su origen.
También tengo que confesar que entré con miedo. Mi objetivo era ir a desayunar para informar en este blog sobre la cafetería del Maroñas Entertainment. Pero, ¿qué si me tentaba y dejaba en las maquinitas tragamonedas no solo el importe del desayuno sino todo lo que tenía en el monedero? Por suerte, a pesar de pasar por fila de innumerables maquinitas, ver aquellos zombies de caras iluminadas por reflejos de colores se me hizo menos tentador que la idea de un cortado con medialunas y llegué con el monedero intacto hasta la cafetería.
La cafetería estaba vacía, excepto por sus empleados. Instantáneamente vino una chica a tomar mi pedido. Pedí el desayuno con medialunas. Salió rauda a ordenarlo pero se encontró con que ya no había medialunas, así que prontamente volvió con la oferta de cambiarme la medialunas por 2 donuts. Acepté gustosamente. No tomó mucho tiempo para que todo llegara a la mesa. Las donuts estaban como tostadas, no muy buena señal, pero me las comí igual y eran como todas las donuts que se consiguen en Uruguay (habrá un solo fabricante de donuts?). El cortado estaba decente y el jugo rico. Pero por la módica suma de $70 se puede considerar un desayunazo.
Y tenés un montón de televisores alrededor pasándote cuanto evento deportivo apostable haya en el mundo. Estuve esperando que pasaran la competencia de soplar y comer gofio para apostar, pero se ve que no era el horario adecuado.
Así que me dirigí hacia la salida, con el monedero lleno y la barriga contenta. A la salida se me dio por mirar hacia arriba y me encontré con una maravillosa cúpula con vitral. Una belleza que ahora se opaca con tantas luces y musiquita de casino.
Me la jugué y gané: entré al Maroñas Entertainment, desayuné y salí sin perder un peso.
Consumición: 1 desayuno de cortado, jugo y 2 donuts ($ 70 c/u) = $ 70
Tiene Wi-Fi
Maroñas