miércoles, 17 de julio de 2013

Jacinto

Jacinto

Hay días que no sé cuál es el pie correcto y como consecuencia me levanto con el equivocado. O capaz que solo era el efecto de tener que irme sin desayunar medio de madrugada a hacer la cola en la oficina de Migraciones. Por si no lo saben, hay que estar lo más temprano posible porque a las 9am reparten 100 números que empezaran a llamar a las 11am. Y no importa cuán temprano llegues, siempre estás más allá del número 50. La nueva estrategia es ir sin desayunar y luego de conseguir el número, pasar las 2 horas de espera en alguno de los maravillosos cafés de la Ciudad Vieja y de paso tomar fotos para el blog. Esta vez, decidimos ir a Jacinto, y cuando estoy tomando la foto de la puerta me doy cuenta que tengo rota la cámara.
Por suerte los celulares ahora tienen cámara, solo que hay celulares y celulares, y el mío no se caracteriza por tener una buena. Y el colmo de la mala suerte es que resultó que Jacinto es un lugar ESTUPENDO. Digno de fotografías de revista. Y yo solo con estas fotos malas que tomé. Así que trataré de transmitirle la belleza de Jacinto con un buen relato.

Jacinto
El lugar: Lleno de detalles bellísimos. Flores frescas por todos lados, plantas en preciosas macetas. Mostradores del mejor mármol. Carteles en pizarras preciosas y con una escritura artística que seguro viene de años de planas escolares. El local está dividido en dos, aparentemente una parte para el almuerzo y otra para el café/panadería.  El espacio de café es una ampliación inaugurada en junio y les quedó preciosa.

Los productos: Pedimos un par de cortados, El Brazo pidió una medialuna que le dijeron que estaba recién hecha. Yo pedí un cuadrado de limón. Nos trajeron todo en unas bandejitas primorosas. Un placer visual. Y el placer se extendió a las papilas gustativas porque El Brazo dijo que nunca había comido un croissant tan rico. Suave y hojaldrado, tibio y apenas endulzado con un poquito de azúcar impalpable. En mi caso, me encontré con un cuadrado de limón suave, esponjoso y con la humedad justa de una repostería recién hecha. El cuadrado tenía una pequeña capa de baño de limón con esa mezcla de ácido y dulce tan característica. Un placer a cada bocado.

Jacinto


Los precios de Jacinto no son nada dulces pero vale la pena pagarlos. El lugar, la atención y los productos están fuera de todos los promedios montevideanos. Llama la atención que éramos los únicos en el local en esa mañana, tal vez porque ya eran después de las 9am.  Enamorados de Jacinto, ya no le tenemos miedo a los trámites en la oficina de Migraciones.

Jacintov


Consumición: 2 cortados ($80 c/u) + 1 croissant ($50 c/u) + 1 cuadrado de limón ($60 c/u) = $ 270

Tiene Wi-Fi

Jacinto
Sarandí 349
Teléfono 2915 2741

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2 comentarios:

  1. Muchas ganas de ir al café de Jacinto. Almorcé ahí el año pasado y la verdad que estupendo.

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    1. Hola Max! Yo también fui a almorzar el año pasado pero la verdad es que el café y la repostería me gustó mucho más. Pero eso no es sorpresa viniendo de Dulcinea, no? :-)

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