Mis tíos me pidieron que les hiciera un mandado. El mandado era ir a la
tienda y restaurante Bambú en la calle San José a comprar nueces pecan pero
terminé tentándome con unos caramelos de leche y maní para mi consumo. Venían
envueltitos en unos papeles de colores muy llamativos y todos ordenaditos en
una bolsita. Prometían sabores deliciosos.
Llegué muy contenta a casa con la bolsita de 10 caramelos que repartí con
justicia e igualdad entre El Brazo y yo. Todavía no era consciente de que ese
había sido mi primer paso hacia un nivel más alto de espiritualidad que
empezaban con los valores de responsabilidad y justicia. Los dos nos abocamos a
abrir el primer caramelo. Sale primera capa de papel celofán, sale segunda capa
de papel de colores. Y de pronto los dos notamos que hay una tercera capa de
celofán tan finita que se rompe inmediatamente cuando uno pega el tirón. El
Brazo pregunta si será comestible. Yo le digo que probablemente no nos
envenenará pero que no sería recomendable comerse un celofán. El Brazo ignora
mi comentario y se manda el caramelo de un saque. Dijo que es como una
deliciosa natilla con maní.
Yo, que ya había iniciado un camino sin retorno a las enseñanzas del templo
Shaolín, decido hacer un intento más de quitar el papelito que quedó pegado en
el caramelo. Al fracasar rotundamente luego de 2 minutos, emprendo el viaje a
ver al maestro de Kung Fu para que me enseñe. El Maestro Po me dice “Pequeño
Saltamontes, ¿como es que no puedes quitar el papel de los caramelos de leche y
maní de un solo tirón?. El miedo es la única oscuridad. De tu fuerza interior
saldrá la destreza para quitar el papelito. Sigue practicando y llegarás a
dominar dicho arte”
Como no encontré fuerza interior, me aboqué a utilizar las uñas. Con
tremenda paciencia logré quitarle de a pequeños pedacitos el 60% del papelito a
mi primer caramelo, sacrificando una gran cantidad de caramelo que se me iba
debajo de las uñas con cada minúsculo trozo de celofán. El Brazo me miraba
atónito y me decía “mientras estás intentando sacarle el papelito a tu primer
caramelo yo me comí los 5 míos” Yo le contesté “Pequeño Saltamontes, sin
sacrificio y con gula nunca llegarás a ser un monje Shaolín”.
Mientras meditaba y decidía como mejorar la técnica para el segundo
caramelo, oigo que me llega un email.
Era de El Brazo, que había encontrado una página web (1) donde dice que
el papelito que no se despega no es otra cosa que una capita finita de papel de
arroz muy común en los dulces asiáticos y que es comestible. Justamente fue
creado para los niños, que no tienen
la paciencia ni la destreza para desenvolver caramelos y terminan comiéndoselos
envueltos.
¿Moraleja de esta historia? Andá a Bambú, comprate la bolsita de caramelos
de leche y maní que son deliciosos y no te preocupes por esa última capita
brillosa. Pequeño Saltamontes, no le hagas caso al viejo Master Po que se ve
que no tiene Interné.
Bambú
San José 1060
Technorati Claim Token Q93B2HCCKPHN
Buenísimos tus comentarios , me reí bastante. Y además me convenciste de probar los caramelos.
ResponderEliminarHola Magalí. Sí, recomiendo probarlos si te gustan las natillas o el turrón, porque es algo así como una combinación de ambos. Incluso, cuando fui a pagar noté que los vendían de a uno en la caja, por si solo los querés probar.
ResponderEliminarPara nosotros será un recuerdo imborrable :-) Yo, que siempre trabajé con asiáticos no sabía que hacían caramelos con envoltorio comible. Tenía que ser El Brazo, quien siempre trabajó con gringos, el que había oído en algún lado que había caramelos chinos que se comían con papel y todo.
Todos los días aprendo algo nuevo con este blog :-)
Pequeño Saltamontes , muchas gracias por la advertencia del papel de arroz. Y muy ricos los caramelos por cierto. Pero como Kung Fu Panda no pudo con su condición , además de los caramelos de leche y maní ,compré de todo : turrones de maní y caramelo $20 , turrones de sésamo y caramelo $20 , caramelos de maní $30 la bolsita , granola $36 la bolsita , 2 galletas grandes de naranja y pasas $20 c/u y ya no recuerdo que más. Todo muy rico y todo muy tentador.
ResponderEliminarjajaja! Es difícil entrar allí y no tentarse con todo. Tienen una buena selección de granos y frutas secas.
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