A veces vamos al
shopping, como todo montevideano. Y nos da hambre y sed, como a todo
montevideano. Nos pasó hace poco en el Punta Carretas Shopping y justo cerca de
la llegada de Rod Stewart. Pero como no nos invitó a Martínez, nos tuvimos que
arreglárnosla por nuestra cuenta y decidimos probar en Carrera para ya comentar
en este blog.
A mí las cosas de
la confitería Carrera me encantan. Me traen recuerdos de la niñez, cuando mi
padre iba todos los domingos a la Feria de Tristán Narvaja y volvía con el
paquetito de Carrera lleno de cosas ricas. Así que me sacrifico y me meto en
ese sistema demencial que tienen ahora, donde uno no sabe por dónde debe
empezar cuando quiere un café con una masita porque las cosas están en
distintas puntas.
Decidimos que
divide y vencerás era el mejor sistema y mandé a El Brazo a preguntar del lado
de las masitas mientras yo preguntaba del lado de los almuerzos, cuál era la
forma de conseguir ambos elementos. Al final me dijeron que era del lado de los
almuerzos y las comidas, así que me dirigí a hacer la cola y me dijeron que no,
que si no iba a almorzar que podía meterme por ahí por el medio y pedir. Así
hice, pasando por entre algunos turistas tan confundidos como yo sobre cuál es
el sistema.
Una vez sorteado
el escollo de la orden, pasé a la caja donde también había un pequeño tumulto
de gente que venía por las 3 puntas y que solo la cajera sabe desenredar con
maña y autoridad. Pagué mis cosas y al instante me entregaron la bandeja con el
botín. De ahí en adelante, todo fue placeres. Nos sentamos en las mesas que
Carrera tiene fuera de su local y nos dedicamos a saciar nuestros apetitos.
El Brazo había
pedido un café y un cuadrado de ricota. No quedó del todo encantado porque al
final el sabor del cuadrado de ricotta era muy sutil y él no tiene recuerdos
infantiles. Yo pedí un capuchino que resultó ser más grande de lo que esperaba
y estaba muy rico, y una sfogliatella, objeto de sueños infantiles. Mi
sfogliatella estaba igualita a la de mi memoria, suave y hojaldrada y llena de
crema pastelera que requiere años de práctica para comerla sin que se salga la
crema por todos los costados. Por suerte, comer sfogliatella es como andar en
bicicleta, una habilidad que no se pierde nunca. Todo un éxito de Dulcinea.
Así que no me
importa que Rod no me haya invitado al Martínez. Yo me tomé la tal merienda en
Carrera del Punta Carretas Shopping. Some Girls Have All the Luck.
Consumición: 1 café
americano + 1 capuchino + 1 sfogliatella + 1 cuadrado de ricotta= $ 221
Confitería Carrera - Punta Carretas Shopping
Nivel 127122424
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Qué casualidad!! un amigo, Paolo, acaba de volver de allí y me estuvo comentando precisamente sobre este lugar!!!! será el destino....?
ResponderEliminarCapaz que sí, que es hora que vengan a visitarla. Esta confitería con orígenes catalanes, es tradicional de Montevideo.
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