Tengo que
reconocer que soy vieja, mas vieja de lo que me gustaría. Tan vieja que las
pastillas La Yapa son nuevas para mí. Pero de tanto leer en Twitter que son
ricas y que mucha gente las consume con adoración, decidí probarlas.
Salí del kiosko
con mi varita de La Yapa y la abrí nomás al pisar la vereda. Con gran ansiedad
me metí en la boca el primer rectangulito de color verde. Ricas pero nada del
otro mundo. Otro rectangulito rosadito para ver si cambiaba algo, seguido de
otro rectangulito naranjita. Al tercer rectangulito me di cuenta que soy aún
más vieja. Las pastillitas La Yapa se parecen a las pastillitas Plucky de mi infancia, que
venían con forma de corazoncito. Así me terminé la mitad del paquete La Yapa
recordando mi infancia con formita y envoltorio nuevo. Y entonces le encontré
la gracia.
Nada nuevo bajo
el sol. Pero los recuerdos infantiles pueden ser muy dulces y adictivos.
Consumición: 1 paquete=
$ 10
La Yapa
Producto
argentino que supo ser de Stani y ahora es del conglomerado Cadbury-Stani-Adams
Technorati Claim Token Q93B2HCCKPHN
La Yapa!!, para mí la Yapa es sagrada porque es un hilo conductor de mi infancia a mi adultez (tengo 34 pirulos), es de esas cosas que permanecen y te acompañan, y que es bueno saber que siguen ahí, porque hacen a una continuidad (divagué pero se entiende). Y cuando tenga hijos comeran la Yapa!!
ResponderEliminarSí, tenés toda la razón, hay golosinas que son hilos conductores en la vida de uno. Para endulzar los recuerdos
EliminarJajaja, qué grande!!!! Yo las probé de grande y no me gustaron mucho que digamos y son fan de las golosinas, pero tienen eso de los recuerdos y dibujitos lindos, punto a favor :)
ResponderEliminarLa nostalgia es el mejor marketing :-)
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