Dolce Uruguay: Doña Inés

Pocas veces me enfrento a la resistencia de El Brazo para participar en una visita para el blog. Cuando nos enfrentamos a la puerta de Doña Inés, se paró en seco y un sudor frío le empezó a correr por la frente. Vio tanto rosado y tantas rosas en la decoración que tuvo miedo de convertirse en un eunuco nomás al entrar. Después de un gran trabajo, logré convencerlo de acompañarme. Le prometí que si veía alguna transformación nos iríamos inmediatamente.

Hubo una transformación, pero fue para bien. Con solo ver el menú le cambió la cara y le volvió en entusiasmo. Las opciones de repostería de Doña Inés son lo mejor que hemos visto hasta ahora. Durante nuestra visita, pedimos un cupcake de banana y dulce de leche y un Whoopie pie. Los dos quedamos maravillados de la calidad y el sabor de la repostería. Tengo que recomendar especialmente el Whoopie pie. Es la primera vez que encuentro uno en Montevideo y no tiene nada que envidiarle a ninguno de los otros que he comido en EE.UU. Suave torta de chocolate relleno de frutas rojas y crema. Una delicia que se derrite en la boca dejando esa mezcla mágica de sabores.

Un capítulo aparte son las opciones de té completos que llevan nombres muy ingeniosos como “té necesito”, “te odio”, etc. Nos quedó en la cuenta para volver. Ahora que El Brazo se dio cuenta que puede ir a un lugar tan rosadito sin sufrir una baja en los niveles de testosterona, seguro que va a querer venir a apoyar el blog post del té completo.