Dolce Uruguay: Cafecito Berro

Disimulado en una cuadra tranquila de Pocitos, escondido tras un kiosko de revistas y debajo de un gimnasio encontré una pequeña joyita: el Cafecito Berro.

De afuera no dice mucho, pero adentro se encuentra un lugarcito pequeño y decorado con muchos detallecitos. Se puede almorzar o tomar un café. Las ofertas son todas interesantes y caseras. Había muchas opciones pero en esta primera visita nos fuimos por un brownie y un pañuelito de membrillo. Ambos estaban muy ricos. Estuvimos un rato bastante largo y no sé si fue por eso pero en el transcurso nos atendieron como 4 personas diferentes a cual de ellas más amable. Hasta conocimos a la autora del brownie. En otras palabras, es fácil sentirse en el cafecito Berro como en tu propia casa. Y también hay que destacar los excelentes precios.

Si bien adentro es muy lindo, también tienen unas mesitas afuera que parecen ser muy codiciadas en los días de sol.

En una cuadra de Pocitos que parece estar empecinada en mantenerse como testigo de lo que Pocitos fue, se encuentra este lindo café para comer algo rico y pasar un momento tranquilo. Como dijo un comensal que se retiraba cuando nosotros llegábamos “me voy a trabajar pero vuelvo en un rato porque me gusta estar acá haciendo nada”.